“Escuchen mis correcciones y yo les abriré mi corazón, para que conozcan mis pensamientos.”
Proverbios 1:23 NBV
Seguramente uno de nuestros mayores anhelos como hijos de Dios, es poder conocer los pensamientos, planes y el propósito de vida de Dios para nosotros. En este versículo, encontramos cuál es la clave para ver reflejada esta promesa y conocer la voluntad perfecta de Dios en nuestras vidas: la obediencia.
Leemos en otras versiones que, cuando Dios dice que abrirá su corazón, se refiere a que derramará su Espíritu en nosotros: “…Y derramaré mi espíritu sobre ustedes; Les haré conocer mis palabras.” (NBLA)
Si ya has recibido a Jesús en tu corazón como tu Señor y Salvador, ¡Su Espíritu Santo ya habita en ti! “¿No se dan cuenta de que su cuerpo es el templo del Espíritu Santo, quien vive en ustedes y les fue dado por Dios?” (I Corintios 6:19a NTV)
¡Así es! Jesús nos hizo esta promesa:
“Y yo le pediré a Dios el Padre que les envíe al Espíritu Santo, para que siempre los ayude y siempre esté con ustedes.”
Juan 14:16 TLA
Pero, recordemos que El Espíritu de Dios no puede habitar en una persona que no ha rendido su vida en completa obediencia a la Palabra de Dios y sus mandamientos. La Biblia nos exhorta a no entristecer o apagar al Espíritu Santo de Dios en nosotros (Efesios 4:30).
Dios se revela a los que le aman, y nosotros demostramos nuestro amor a Dios cuando le obedecemos. Él desea revelarnos sus pensamientos y su voluntad la cual es buena, agradable y perfecta. Es necesario tener una vida en santidad y en completo sometimiento a Su palabra para que esto sea una realidad en nuestras vidas. Aunque el camino parezca difícil, no dudes de que sus pensamientos y caminos, ¡son mucho más grandes y mejores que los nuestros! (Isaías 55:9).
“El que tiene mis mandamientos, y los obedece, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo lo amaré, y me manifestaré a él.”
Juan 14:21 RVC
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