El Cordero

Desde antaño se anunciaba

la llegada de un cordero,

que al ser inmolado

quitaría de su pueblo

toda mancha de pecado.

Muchos años después...

En la noche más oscura

imperó el silencio.

Y mientras el Hijo buscaba

del Padre el rostro,

este cordero se preparaba

para llegar al matadero.

Bajo el cielo del Gólgota,

su cuerpo era traspasado,

abrasado bajo el peso del pecado,

Él era culpado

Y los deudores perdonados.

Sin mérito alguno

fuimos justificados,

liberados y

con precio de sangre

definitivamente comprados.

Entre los hombres y Dios

insondable era la separación,

por las llagas del Hijo

y gracias a aquel sacrificio

uno somos,

estamos unidos de nuevo.