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Foto del escritorAna Leverón

Encontrando la Voluntad de Dios

Actualizado: 8 jun 2022

Una de las frases más frecuentes que decimos al tener planes es: “que sea la voluntad de Dios”. Por otro lado, al tener que tomar una decisión una de las primeras preguntas que saltan a nuestra cabeza es: ¿Cuál será la voluntad de Dios?


¿Cuál es la motivación detrás de tu búsqueda por la voluntad de Dios?

Muchas veces apelamos a la voluntad de Dios como si fuera una varita mágica o como si al usar esa frase simplemente esperamos que nuestra decisión sea la acertada, sin consultar la Palabra o llevar nuestras peticiones en oración.


Los teólogos y eruditos de la Biblia distinguen dos tipos de voluntad de Dios, veámoslas a continuación:


#1 - La voluntad decretada de Dios

Esta voluntad de Dios está ligada a su soberanía. Este atributo nos dice que Dios, que está en los cielos, hace lo que le place y trabaja para su propia gloria (Isaías 48:9-11).


Un ejemplo de esta “voluntad decretiva” la vemos en el Monte Getsemaní. Mateo 26: 39, Y adelantándose un poco, cayó sobre Su rostro, orando y diciendo: «Padre Mío, si es posible, que pase de Mí esta copa; pero no sea como Yo quiero, sino como Tú quieras». En este pasaje se nos muestra el soberano plan de Dios y todos sabemos que este se llevó a cabo. Era la voluntad de Dios que Jesús muriera. Aunque el Hijo se presentó ante el Padre con una petición, “pero no sea como yo quiero, sino como Tú quieras”, él reconoció la soberana voluntad de Dios y su autoridad.


¿No se venden dos pajarillos por una monedita? Y sin embargo, ni uno de ellos caerá a tierra sin permitirlo el Padre.

Mateo 10: 29 NBLA


Dios ejerce el control soberano sobre toda la creación, este es el primer gran significado de su voluntad. Su voluntad no puede ser alterada, quebrantada, ni cambiada, porque Él es Dios y siempre lo ha sido.


#2 - La voluntad preceptiva de Dios

Estos preceptos que Dios nos entrega para obedecer son sus mandamientos. Estas son las cosas que Dios quiere que hagamos.


Enséñame, oh Señor, el camino de Tus estatutos,

Y lo guardaré hasta el fin.

Dame entendimiento para que guarde Tu ley

Y la cumpla de todo corazón.

Hazme andar por la senda de Tus mandamientos,

Porque en ella me deleito.

Salmo 119:33-35 NBLA

"Ciertamente nuestra naturaleza es pecaminosa y nuestro corazón olvidadizo."

En la medida que profundizamos en la verdad bíblica, conocemos quién es Dios y cuál es su voluntad para nosotros. En estos versos del Salmo 119, David comparte con nosotros una gran realidad y es que al conocer los preceptos de Dios, al entender su ley en nuestro corazón, comenzamos a deleitarnos en cumplirla. La voluntad preceptiva, debe ser guardada en nuestro corazón.


Por tanto, hermanos, les ruego por las misericordias de Dios que presenten sus cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es el culto racional de ustedes. Y no se adapten a este mundo, sino transfórmense mediante la renovación de su mente, para que verifiquen cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno y aceptable y perfecto.

Romanos 12: 1-2 NBLA


Hemos sido llamados a presentarnos como un sacrificio vivo, santo y agradable ante Dios, siendo transformados mediante la renovación de nuestra mente, para comprobar que la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta. Para conocer la voluntad de Dios, debemos conocer Su Palabra y orar para que el Espíritu Santo renueve nuestras mentes a través de su poder.

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