El libro de Hechos de los Apóstoles es la segunda parte de una obra de dos volúmenes: El primero es, el Evangelio de San Lucas y su continuación, Hechos de los Apóstoles. Ambos escritos por el mismo autor.
En la primera parte en San Lucas, se relata todo lo que Jesús comenzó a hacer y a enseñar. Así como los demás evangelios, éste describe la vida y ministerio de Jesús aquí en la tierra. En la segunda parte de Hechos de los Apóstoles, se relata lo que el Señor resucitado continuó haciendo y enseñando, ahora a través del Espíritu Santo.
Observamos la increíble conexión de ambas partes de esta obra al ver cómo el primer volumen finaliza con la promesa de la venida del Espíritu Santo a los discípulos y con la ascensión de Jesús; y en cómo éstos mismos sucesos son el punto de partida a la segunda parte, dando inicio al libro de Hechos de los Apóstoles.
Autor y Destinatarios
El autor es Lucas y dirigió esta obra a una persona específica: Teófilo, cuyo nombre significa “el que ama a Dios”. Por lo tanto, se cree que esta es una forma figurada de dirigirse a cualquier cristiano que ame a Dios. Este libro es para ti.
Fecha
Entre los años 61 y 63 d.C.
Género Literario
Hechos está escrito en un estilo narrativo con un comienzo, un final, unos personajes y una trama precisos. Lucas pretendía que los Libros de Lucas y Hechos se leyeran como una composición unificada.
Temas centrales
El relato de la Expansión del Evangelio desde Jerusalén a Roma. Se refiere a los comienzos de la «Gran Comisión» de Jesús para hacer discípulos en todas las naciones. Hechos 1:8 es la clave del libro. Este versículo no sólo predice el derramamiento del Espíritu Santo y su poderoso testimonio, sino que las referencias geográficas presentan un simple bosquejo de la narración. En general, los Hechos reflejan la paulatina difusión del cristianismo hacia occidente, desde Palestina hasta Italia.
El papel único del Espíritu Santo en la preparación de quienes comparten el evangelio y en vigorizar a la iglesia. El libro ha sido también llamado Los Hechos del Espíritu Santo. La obra del Espíritu en los Hechos no puede ser comprendida sin tomar en cuenta sus nexos con los Evangelios, ya que el poder del Espíritu en la vida de Jesús lo autoriza a predicar el reino de Dios y a demostrar su poder sanando a los enfermos, echando fuera los demonios y liberando a los cautivos. Ese mismo poder del Espíritu, de acuerdo con Hechos 2, entregó similar autoridad a los discípulos. Jesús es el prototipo de la vida llena del poder Espíritu (Hechos 10:38). El libro de Hechos es la historia de los discípulos recibiendo lo que Jesús recibió para hacer lo que Jesús hizo.
La promesa del Espíritu Santo es, tanto para judíos, como para los gentiles. Se relata el desarrollo de una teología en la que los cristianos judíos primitivos se convirtieron en un pueblo de Dios más inclusivo, añadiendo a los creyentes gentiles a la iglesia.
¿Cómo refleja este libro a Cristo?
Se presenta a Jesús como una figura histórica, un hombre con el poder de realizar señales y milagros (Hch 2:22). Luego, la muerte de Jesús es atribuida por igual a la iniquidad del hombre y a los propósitos de Dios. Entonces, se destaca la resurrección de Jesús, particularmente como el cumplimiento de una profecía del Antiguo Testamento (Hch 1:3). Los apóstoles declaran que Jesús ha sido exaltado a una posición de dominio único y universal (Hch 2:33-36). Desde ese lugar de supremo honor y poder ejecutivo, Jesús ha derramado el Espíritu Santo prometido, que da testimonio de Cristo y llena de poder a los creyentes. Jesús es «el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos» (Hch 10:42) y volverá en triunfo al final de los tiempos. Mientras tanto, aquellos que crean en Él recibirán el perdón de sus pecados y el «don del Espíritu Santo». A aquellos que no crean, les esperan cosas terribles (Hch 3:23).
¿Por qué leer Hechos de los Apóstoles?
Lo más impresionante que leemos en este libro, es la manera en que la vida de los discípulos es totalmente llena y guiada por el Espíritu Santo de Dios, el cual los empoderó para realizar milagros, convertir almas y ser testigos fructíferos de Jesús. No tenían miedo de predicar apasionadamente la Palabra de Dios y el evangelio, a pesar de la persecución, sin temor a perder sus vidas. En momentos de tribulación, leemos cómo su fe no desmayaba y en cambio, adoraban a Dios. En este libro leerás quienes fueron los primeros mártires de la iglesia y es gracias a ellos, que la iglesia y la Palabra de Dios ha permanecido hasta el día de hoy y lo seguirá haciendo.
Una y otra vez leemos las palabras de Pablo “No me preocupa si tengo que morir. Lo que sí quiero es tener la satisfacción de haber anunciado la buena noticia del amor de Dios, como me lo ordenó el Señor Jesús.” Hechos 20:24. Es así, que este libro nos hace reflexionar si estamos viviendo bajo ese mismo poder y guía total del Espíritu Santo, al igual que el apóstol Pablo, Pedro y todos los discípulos. Nos desafía a vivir esa vida sobrenatural por medio del Espíritu, que adora a Dios aún en medio de los problemas y tiene su mirada fija en la meta que es Cristo Jesús, demostrando el amor de Cristo y cumpliendo la Gran Comisión que se nos ha encomendado.
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