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Foto del escritorAna Leverón

Levítico

Actualizado: 8 jun 2022

El libro de Levítico es el tercer libro del canon bíblico, ubicado entre Éxodo y Números. Levítico nos sitúa exactamente después de los acontecimientos del libro de Éxodo.


Recordemos que en Éxodo se nos relata el camino en el desierto que siguió el pueblo de Israel hasta asentarse ante el Monte Sinaí. Dios llevó al pueblo de Israel al Monte Sinaí para establecer un pacto con ellos, a pesar de esto, ellos quebrantaron ese pacto, pero Dios verdaderamente quería que su presencia habitara en medio de ellos. Al final del libro de Éxodo, vemos como a causa del pecado de Israel, ni siquiera Moisés podía acercarse a la tienda donde estaba dispuesto el tabernáculo.

En Levítico 1:1 vemos nuevamente esta situación, ya que El Señor llamó a Moisés y le habló desde la tienda de reunión”. Levítico nos enseña y relata todo aquello que el pueblo de Israel debía hacer para reconciliarse con el Dios Santo, justo y bondadoso.


Autor: Moisés (Levítico 27:34; 26:46)


¿Cuándo fue escrito? Entre 1440 – 1240 a.C.


Género literario: Levítico forma parte del Pentateuco y la Torá judía, se ubica entre los libros de Éxodo y Números. Se considera un libro histórico lleno de instrucciones y recomendaciones.


Temas centrales:

  1. La santidad de Dios. Una de las ideas más importantes de comprender en el libro de Levítico es la santidad de Dios. Debido a su santidad, Dios está separado de nosotros. Recordemos que ser santo es ser apartado, único. Vemos que Dios quería que su presencia estuviera en medio de pueblo, pero Israel vivía en pecado y si ellos querían vivir en la presencia del Dios santo, ellos debían exponer y enfrentar su pecado para también vivir en santidad.

  2. La limpieza del pecado del pueblo de Israel. Cuando leemos el libro de levítico, encontramos todo un sistema de rituales que giran entorno a la santidad de este pueblo. Hay un principio fundamental: la santidad debe abarcar cada parte de nuestras vidas; específicamente, en los capítulos 1-7 se describen los sacrificios rituales, aquellas ofrendas para la restitución y purificación del pecado de Israel. En los capítulos 16 y 17 de Levítico leemos acerca del Día de la Expiación, en este día el Sumo Sacerdote ofrecía una ofrenda de purificación y un macho cabrío expiatorio. Todos estos rituales representaban la limpieza del pueblo de Israel de su pecado.

  3. El recuerdo de la obra de Dios por su pueblo. Dentro de esos rituales (cap. 21-22), encontramos las siete fiestas anuales que los israelitas debían celebrar en memoria de lo que Dios había hecho por ellos. La Pascua, la Celebración de los Panes sin Levadura, las Primicias, Pentecostés, las Trompetas, el Día de la Expiación, los Tabernáculos eran un recordatorio constante de quien era Dios y el rescate en favor del pueblo por parte de Dios.


¿Cómo este libro refleja a Cristo?

Dentro del Antiguo Testamento hay ciertos elementos conocidos como “prefiguras”. Estas prefiguras son ideas o imágenes anticipadas de algo o alguien. Estas prefiguras se repiten mucho en libros del Antiguo Testamento. En el libro de Levítico podemos verlas muy a menudo, en cada una de las fiestas anuales hay elementos que nos enseñan la obra de Jesús. Por ejemplo, en la Pascua se ofrecía un cordero sin defecto (Éxodo 12:5), ese animalito, es una prefigura de Cristo, quien fue a la cruz sin pecado alguno.

Durante Levítico vemos la constante necesidad del pueblo de Israel de hacer sacrificios y expiaciones, pero en el Nuevo Testamento aprendemos como Jesús es el sacrificio definitivo por cada uno de nuestros pecados.


¿Por qué leer Levítico?

Primordialmente somos llamados a manejar con precisión la palabra de verdad (2 Timoteo 2:15) sabiendo que la palabra nos enseña, redarguye, corrige e instruye en justicia (2 Timoteo 3:16-17), tiene toda la autoridad (Salmo 119:89), y permanece para siempre (Isaías 40:8). Es por eso que conocer el libro de Levítico es importante; es necesario que leamos y estudiemos la Palabra de tapa a tapa.


En muchas ocasiones podemos desmayar y el pecado natural del corazón puede abrumarnos, pero hay lecciones importantes que aprender de este libro. Una de ellas es que Dios perdona nuestros pecados, no sin antes exponerlos, pero esta es una forma de llegar a una limpieza completa y definitiva. Por ende, este ejercicio de arrepentimiento nos lleva a la santidad, bajo la cual podemos apartarnos de lo que anteriormente manchaba nuestras vidas.


Otro de los puntos principales de Levítico son la adoración y celebración de lo que Dios hizo y está haciendo por su pueblo. Hacer memoria de lo que Dios ha hecho en nuestras vidas nos permite vivir en gratitud, reconociendo la gracia y misericordia que Dios extiende hacia nuestra vida.


Leer Levítico nos recuerda que Dios es Santo; que busca nuestra redención a través del sacrificio de su hijo; que tenemos acceso a su presencia mediante su Hijo; y que debemos recordar y celebrar con adoración la obra de Dios en nuestras vidas.

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