Romanos

El libro de Romanos relata la explicación más completa del evangelio, se le considera la más grande exposición de doctrina cristiana en toda la escritura.

El autor escribió una carta para presentarse él mismo a una iglesia que nunca había visitado y anhelaba visitar, una iglesia que estaba dividida y enfrentaba conflictos doctrinales entre sus miembros. Por lo tanto, redactó una exposición completa y ordenada de los grandes principios del evangelio que predicaba.

A través de la historia de la Iglesia, el mensaje de este libro ha provocado muchos avivamientos, a medida que la gente descubre la magnificencia de Dios y Su gracia para nosotros.

Autor y Destinatarios

El autor es el apóstol Pablo, el mismo autor de una gran parte del Nuevo Testamento de la Biblia, y de quien se conoce el maravilloso testimonio de tener un encuentro sobrenatural con la persona de Jesucristo (Hechos 9:1-19). Pablo dirigió esta carta a los cristianos de la iglesia en Roma, conformada tanto por judíos, como gentiles.

¿Cuándo y dónde fue escrito?

Alrededor del año 56 d.C. desde Corinto, durante el tercer viaje misionero de Pablo.

Género literario

Epístola o carta (con un saludo, un cuerpo de información y una firma final).

Temas centrales

Hay 2 partes principales en el libro de Romanos: la teología (capítulos 1-11) y la práctica de la fe (capítulos 12-16).

1) La parte teológica se divide en 4 secciones:

• La necesidad universal de la salvación (caps. 1:17-3:20). Pablo demuestra la necesidad desesperada del ser humano de la salvación. Aquí predomina el primer miembro de la Trinidad – Dios Padre, quien demuestra Su santa ira contra la pecaminosidad del hombre.

• La Justificación (caps. 3:21-5:21). Ahora Pablo demuestra la solución de Dios para el problema humano: el hombre es justificado únicamente por la fe en Jesucristo – el segundo miembro de la Trinidad.

• La Santificación (caps. 6-8). Pablo explica cómo el creyente puede vivir victoriosamente en su experiencia cristiana: ¡Andar en el Espíritu! Es el Espíritu Santo – la tercera persona de la Trinidad, quien mora en el creyente y hace posible la victoria sobre la carne.

• El caso de Israel (caps. 9-11). Pablo dirige su atención a la cuestión de la nación de Israel a la luz de la justificación por la fe. Explica acerca de la soberanía de Dios para cumplir su propósito: extender misericordia con todos, gentiles y judíos, conforme a la medida de su fe.

2) La práctica de la fe:

En esta sección Pablo describe cómo el evangelio afecta la conducta del creyente, y da consejo sobre la práctica de la fe, al ofrecer un estilo de vida consagrado como muestra de gratitud y de entrega total. Enfatiza en que el cristiano no debe dejarse influenciar por las presiones de este mundo, sino experimentar una transformación, una nueva forma de pensar y de actuar (Romanos 12:1-2).

¿Cómo refleja este libro a Cristo?

Toda la epístola es la historia del plan redentor de Dios en Cristo: la necesidad de la redención (Ro 1:18; 3:20), la detallada descripción de la obra de Cristo y sus implicaciones para los cristianos. Jesucristo es nuestro Salvador, quien obedeció perfectamente a Dios como nuestro representante (Ro 5:18-19), y quien murió en Sacrificio en lugar de nosotros. Él es el único en quien debemos tener fe para salvación. A través de Cristo, recibimos muchas bendiciones: reconciliación con Dios (Ro 5:11); justicia y vida eterna (Ro 5:18-21); estamos vivos para Dios (Ro 6:11); libre de condenación (Ro 8:1); somos glorificados con Él (Ro 8:17); somos cómo Él (Ro 8:29); y el hecho de que aún hoy Él intercede por nosotros (Ro 8:34). Sin duda, toda la vida cristiana se vive a través de Cristo: oración (Ro 1:8), gozo (Ro 5:11), exhortación (Ro 15:30), alabanza a Dios (Ro 16:27), y, en general, vivimos para Dios, para hacer su voluntad (Ro 6:11; 13:14).

¿Por qué leer el libro de Romanos?

Sí has leído hasta este punto, seguramente ya estás totalmente convencido de la importancia y riqueza del libro de Romanos. No nos sorprende el hecho de que Martín Lutero calificara este libro como la obra maestra de Pablo, que, sin duda alguna, lo es. Es la expresión madura y completa de la doctrina principal que enseñó Pablo bajo la dirección del Espíritu Santo y responde a una de las mayores incógnitas de los creyentes: ¿Cuál es la relación entre el evangelio y la ley? ¿El evangelio suspende la ley de Moisés? Al leer Romanos, comprendemos que nos convertimos en siervos de Jesucristo, no por exigencias de la ley, sino en un deseo por responder al amor de Dios y su obra en la cruz (Ro 6:22; 7:6); ese genuino y verdadero amor que nos justificó y ahora desborda de nosotros para ofrecer a los demás, y cumplir con el mayor mandamiento de todos: amar a Dios y a nuestro prójimo. “El que ama no le hace mal a nadie y, por eso mismo, el que ama cumple perfectamente la ley.” (Romanos 13:10 NBV). La epístola a los Romanos fue escrita para contestar claramente a este tipo de preguntas y muchas otras más, que como cristianos, nos toca descubrir y escudriñar.