Antes de que empieces a leer, quiero que respondas a estas preguntas: ¿Alguna vez te has afanado o preocupado por buscar un noviazgo? ¿Alguna vez has pensado que estás haciendo algo mal y por eso Dios permite que sigas en soltería?
Lo cierto es que, la mayoría de los solteros nos preocupamos por andar en búsqueda del amor, de nuestra pareja ideal… todo esto antes de que «se nos vaya el tren». Muchas veces, es tanta la ansiedad que tenemos por encontrar pareja que nos desenfocamos del presente y desperdiciamos el tiempo que Dios nos ha dado ahora.
La etapa de la soltería no tiene por qué ser un tiempo de espera triste, aburrido, de desespero, falto de propósito o de bendición. Al contrario, debe ser un tiempo alegre, bendecido, lleno de esperanza y paz, ya que sabemos que Dios está en control de nuestro futuro y se cumplirá Su voluntad.
¿Si deseamos un matrimonio y está dentro de los planes de Dios, acaso no es Él el dueño de todo? «El que no negó ni a Su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también junto con Él todas las cosas?» (Mateo 6:33)
Por esta razón, no nos debemos desesperar. Dios sabe lo que necesitamos mucho antes de que sintamos la necesidad. Al estar solteros no debemos sentir que no tenemos propósito, ya que formar una familia no es algo que viene a aportarnos sentido, realización o plenitud; esto solo Cristo lo puede hacer.
El matrimonio es un regalo de Dios y solo es una forma de vivir de manera sacrificial en servicio a Dios, así como la soltería también lo es.
Existen muchas ventajas (regalos) en la soltería, espirituales y no espirituales. A continuación 3 regalos en nuestra soltería con propósito:
1. Plenitud en Jesús
Como solteros, debemos enfocarnos en hacer crecer a Jesús dentro de nosotros. Este es el tiempo en el que podemos dedicar nuestra atención completamente en Cristo, en hacer que aumente nuestra fe y conocimiento sobre Él.
Podemos caer en la equivocación de pensar que hasta que nos casemos, ahí seremos plenos. No es así; la familia es un regalo y un diseño de Dios, pero nunca puede tomar el lugar de Jesús como la mayor bendición y meta última de nuestras vidas.
Esto no significa que dentro del matrimonio u otra etapa de la vida no podamos enfocarnos en Jesús, sino que aquí tenemos la oportunidad única de que Jesús se vuelva nuestro SUFICIENTE. La vitalidad de nuestros cuerpos y de nuestra mente nos permite llenarnos tanto de Jesús, para así poder desbordar de Su amor y anunciar las buenas nuevas a los demás estando fuera o dentro de un matrimonio.
Al momento de buscar una pareja deberíamos sentir que el amor de Cristo nos llena por completo, para que esta persona venga a complementar la plenitud que ya teníamos porque Cristo era suficiente.
2. Disponibilidad del Tiempo
No es novedad que aquel que está en un noviazgo, en un matrimonio o tiene hijos, por múltiples motivos posee menos tiempo para sí mismo, por tanto, posee menos tiempo para mantener intimidad con el Espíritu Santo. Por esta razón, en la soltería podemos aprovechar nuestro tiempo en servir a la Iglesia, en estudiar la Biblia y memorizar versículos, evangelizar y hacer misiones.
Tomate 1 minuto para leer 1 Corintios 7: 32-34.
Lo que Pablo quiso dar a entender en estos versos es que, ciertamente cuando estamos en un compromiso con otra persona, existen otras preocupaciones que desvían nuestra atención de lo realmente importante y disminuyen las horas del día que tenemos para preocuparnos en las cosas eternas (Col 3:2-3).
Por otro lado, la soltería también permite mayor disponibilidad de tiempo para encontrar nuevos pasatiempos, estudiar una carrera universitaria, tomar una maestría o doctorado, participar en cursos, emprender, iniciar un negocio propio, viajar a cualquier lado del mundo, etc. La soltería proporciona la oportunidad perfecta para que cumplamos sueños y metas personales antes de estar en un compromiso mayor, en donde estos son en conjunto con otra persona y totalmente diferentes.
3. Verdaderas amistades
En la soltería, después de Dios y de nuestra familia debemos concentrar nuestras energías en crear y fortalecer amistades que nos llevarán a tener una relación más profunda con Jesús; ya sea que dediquemos nuestro tiempo en escuchar, aconsejar, exhortar y crecer en la Palabra de Dios.
Definitivamente, el cultivar amistades es como cultivar familia; y esto es parte de la soltería con propósito, ya que podemos traer a personas para que conozcan a Cristo o para crecer juntos en el estudio de la Palabra de Dios, etc. Hay tantas maneras durante este período de soltería en que la amistad puede traer bendiciones y retos que nos acerquen más a Dios.
Así que si estas soltero(a), no te preocupes, Dios ya sabe de tu necesidad y Él suplirá conforme a Su voluntad.
No debemos desesperarnos por buscar amor, porque es algo que ya hemos recibido, y este es el amor más grande de todos. No nos desesperemos por buscar una pareja, desesperémonos por buscar a Jesús con locura. ¡Tratemos de que este tiempo de soltería sirva para compartir con otros lo que es vivir en Jesucristo!
«Un soltero puede invertir su tiempo en hacer la obra del Señor y en pensar cómo agradarlo a él» 1 Corintios 7:32b NTV
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