«David conoció a Jonatán, hijo del rey, e inmediatamente se estableció entre ellos un fuerte lazo de amistad. Jonatán lo amó como a un hermano, e hizo un pacto con él, y selló el pacto dándole su túnica, su espada, su arco y su cinto».
1 Samuel 18:3b-4a NBV
Lectura Sugerida: 1 Samuel 18, 20
Uno de los versículos más reconocidos sobre la amistad y que probablemente más hemos compartido con un amigo(a) es Proverbios 17:17, que dice: «En todo tiempo ama el amigo, Y es como un hermano en tiempo de angustia» (RVR1960). En la Biblia encontramos la historia de David y Jonatán, en la cual conocemos una verdadera amistad que se convirtió en hermandad en tiempos de angustia:
David, luego de haber derrotado a Goliat (1 Samuel 17), siendo un «simple» joven pastor de ovejas, fue ganando reconocimiento por su gran valentía. Es así como Saúl, Padre de Jonatán, y rey de Israel, vio en aquel valiente muchacho a alguien útil para su reinado. Sin embargo, David fue también ganándose el reconocimiento y admiración del pueblo de Israel, lo que provocó en Saúl sentimientos de odio y envidia hacia él, al punto de querer matarlo e incluso involucrar a su hijo Jonatán en dicho plan (1 Samuel 19).
Sin embargo, fue esta prueba lo que selló la lealtad de Jonatán hacia David, pues le ayudó evitando que Saúl llevara a cabo su plan y lo matase. Jonatán, hombre de fe y heredero al trono por sangre, nunca antepuso sus propios deseos personales delante de la voluntad de Jehová: Jonatán era consciente de que era David, y no él, el elegido para reinar Israel. Su deseo era que la voluntad de Dios se cumpliera.
Por esta razón, es interesante analizar el contexto de ambos para entender cómo se desarrolla esta amistad. Por un lado, existían grandes diferencias entre ellos: Jonatán, por herencia, recibiría el trono de Israel. Por otro lado, David era un pastor de ovejas. Sin embargo, ambos tenían algo en común sumamente importante: eran hombres con una completa confianza en Dios.
Tomando en cuenta sus diferencias y estando el trono de Israel de por medio, cualquiera pensaría que ambos serían grandes enemigos. Sin embargo, la nobleza en sus corazones y, sobre todo, el querer que la voluntad de Dios se cumpliera, fueron factores que permitieron que entablasen una amistad genuina, sin envidias del uno hacia el otro. Ellos nunca enfocaron su mirada en el trono, pues eran conscientes de que el título que de verdad importa, es el título de un fiel siervo del Señor.
Ahora bien, ¿Cómo es que Jonatán demostró su lealtad a David?
David ideó un plan para averiguar si Saúl efectivamente lo quería matar, así que Jonatán tendría que esconderse y luego avisarle a David lo que estaba sucediendo a través de un mensaje que solo ellos dos serían capaces de entender. Todo esto lo pactaron frente a Jehová y finalmente, aquel plan salió como lo esperaban. Aunque Jonatán tuvo que lidiar con la ira de su padre, David pudo huir.
¿Qué aprendemos de las acciones de Jonatán?
Valentía: Jonatán tuvo que actuar en contra de lo que quería su padre, sabiendo que su amigo podía ser asesinado. (Isaías 41:10)
Lealtad: Fue leal como un hermano cuando David más necesitó de su ayuda (Proverbios 18:24).
Compañerismo: Jonatán supo trabajar en equipo, de manera cautelosa y siempre de la mano de Jehová para poder ayudar a David (Eclesiastés 4:10).
Amor: Jonatán podía verdaderamente amar a David, porque conocía al primer amor: Dios. Tenía una relación fuertemente establecida con Dios, por lo tanto, podía amar a David como a un hermano (1 Juan 4:7).
Dios siendo el centro de una verdadera amistad
Sobre todo, y lo más importante, es que todas esas características que podemos ver en Jonatán se dan porque él, al igual que David, era un hombre conforme a la voluntad de Dios. Esta fue una amistad con verdadero propósito; Jehová habitaba en ellos, al igual que ellos en Jehová.
Te animo a que hoy puedas ver hacia afuera y examinar si los amigos que rodean tu vida cumplen con todas las características que definen una genuina amistad; pero más importante aún, espero que puedas ver hacia adentro de ti mismo y evaluar si estás siendo la clase de amigo que Dios te llama a ser.
«Hay quienes parecen amigos, pero se destruyen unos a otros; el amigo verdadero se mantiene más leal que un hermano».
Proverbios 18:24 NTV
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